martes, 28 de abril de 2015
Futuro de Shakira y sus 6 hijos, en manos de la Gobernación
El futuro de Shakira y sus hijos está en manos de la Gobernación. Hace más de una década que este jaguar hembra llegó al parque Oscar Alfaro, espacio que tras la paulatina concentración de varios animales se convirtió en un zoológico improvisado. Ella junto a Sansón, éste último un jaguar que tuvo que ser sedado fatalmente por lo viejo y cansado que se veía. Llegaron a tener seis hijos: Malú, Tabú, Lucas, Jade, Nena y Sansoncito. Nacieron en cautiverio y a lo largo de su vida tan sólo conocen sus jaulas reducidas, pedazos de tronco, un piso de cemento y una malla olímpica.
El que estos siete jaguares, una especie amenazada, puedan reproducirse es una posibilidad por ahora descartada. Al ser todos de la misma sangre se evita que estos puedan aparearse y prolongar la supervivencia de su especie. Tafú fue uno de los primeros jaguares en ser sometido a un procedimiento de castración y comparte sin problemas el mismo ambiente con su hermana Malú. Los gemelos Lucas y Jade de la misma manera conviven en una sola jaula y se espera la autorización de la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas (DGB - AP), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Agua para la castración del macho y es muy probable que se haga lo propio con Sansoncito.
No se conoce de gestión alguna para que estos animales puedan ser aprovechados para atenuar la extinción de su especie, una de las más amenazadas en Bolivia. Las autoridades que debería velar por su bienestar tan sólo actúan ante la presión de los activistas o medios de comunicación. Se ha hecho poco o nada en el caso de los descendientes de Sansón para llevarlos a un ambiente algo más espacioso y natural, distinto a la diaria jaula de tortura que soportan.
La presidenta de la fundación Amor Por Los Animales Bolivia (APLAB), Ana Serrano Revollo, se refirió al mal estado de los zoológicos del país, en su gran mayoría ilegales, pero que funcionan a la vista de todos. Este es un problema que data de hace décadas. “Aquí fallan las autoridades nacionales por no hacer cumplir las normas y no sancionar a estos lugares que no cumplen por lo menos los requisitos básicos para tener en buenas condiciones a los animales o finalmente para que desaparezcan esos lugares”, acotó la activista.
Según Serrano, la Gobernación a través de la Dirección de Biodiversidad, es la responsable de defender la fauna que se encuentra en el zoológico. Esta instancia, a decir de Serrano, debería gestionar la habilitación de un centro de rescate u otro espacio temporal.
El médico veterinario y especialista en animales silvestres, Luís Morales, también se refirió a la vida que llevan los siete jaguares y dijo que lo adecuado sería que estos animales se desenvuelvan en su hábitat y no estar encerrados entre cuatro paredes y con espacios limitados. Pero al haber nacido en cautiverio es imposible que puedan sobrevivir y la única opción es que queda es buscarles espacio en algún santuario.
El llevarlos al exterior como se lo hizo con el león Kimba, es una tarea difícil lograrse, según Morales, porque los jaguares, al ser una especie nativa y amenazada, serían objeto de importantes observaciones por parte de la DGB si se pidiese la autorización para su salida del país.
Por ahora, el futuro de esta familia de felinos es un inclemente invierno, entre el cemento y el enmallado que la atrapan tortuosamente desde hace años.
En Bolivia no hay santuarios para animales
Uno de las grandes dificultades para que estos felinos puedan dejar de vivir en las pequeñas jaulas es la falta de santuarios naturales.
La presidenta de APLAB, Ana Serrano, dijo que en Bolivia no hay santuarios para liberar a los animales y mantenerlos, tan sólo existen centros de rescate, los cuales ya están saturados y no hay espacios para la acogida de otros animales, tal es el caso de Shakira y sus seis hijos.
“Ahí se derivan animales silvestres que han sido traficados o han sido mascotas –mencionó Serrano–. Lo malo es que estos centros de rescate no reciben dinero del Gobierno, por el mantener animales grandes genera mucho costo”.
El médico veterinario y especialista en animales silvestres, Luís Morales, coincidió con Serrano e indicó que los centros de rescate están colapsados y a esto se suma que el manejo de la fauna silvestre es precario.
“A pesar de que estos animales son de propiedad del Estado, la ayuda o apoyo que se da desde la DGB es muy poca –dijo Morales–. Centros como el de la Comunidad Inti Wara Yasi, ahí se tienen una gran cantidad de jaguares, pumas, gato montes y otros, y todos los fondos se consiguen del exterior y el Gobierno lamentablemente no ayuda en nada”.
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