Este joven lagarto blanco (Salvator meriana), encontrado en Córdoba (Argentina) y de más medio metro de longitud, se hirió gravemente la cola con un objeto afilado que no llegó a cortársela. Pero la lesión fue lo suficientemente profunda como para iniciar el proceso de regeneración de esta extremidad.
Al lagarto le salieron simultáneamente seis colas de diferentes tamaños y desde diferentes puntos. Alguna de ellas incluso creció con un ángulo de 90º respecto a la cola original.
Los científicos describen el fenómeno de "extremadamente raro".
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