El jukumari es el único oso de Sudamérica. Es una especie protegida por el Decreto 12301 de Vida Silvestre y por la Convención Internacional para el Tráfico de Especies Amenazadas que prohíben su caza o comercialización.
Es muy poca la información que se tiene sobre esta especie. "En Bolivia hay dos proyectos que trabajan con el oso andino. Uno está en La Paz con la gente de WCS/Bolivia que opera en la región de Apolobamba y el Madidi y el otro grupo, que es con el que yo trabajo, investiga la población de osos en Cochabamba y en Tarija”, dijo Vélez.
La experta consideró urgente que el Gobierno apoye e impulse proyectos científicos sobre esta especie, pues "quienes trabajan con el jukumari lo hacen por compromiso con la especie”. Dijo que se debe reforzar la legislación, pues con la actual difícilmente se podrá llevar procesos por casos como el de Ajayu.
Si de legislación se trata, en Bolivia se tienen leyes y normas muy generales como el Decreto 12301 de 1975. "El año pasado se promulgó la Ley 700 contra el maltrato de animales domésticos. Ahora impulsamos una ley similar para la vida silvestre, pero para que salga adelante se necesita algún Ministro o diputado que pueda ayudarnos”, dice Vélez, quien advierte que esta especie, al igual que otras que habitan en los bosque húmedos y áreas protegidas, corre un grave riesgo mientras se continúe permitiendo el ingreso de actividad petrolera a esos lugares.
"El jukumari es vital para nuestra biodiversidad. Es un excelente dispersor de semillas; pero cuando el animal ya no tiene árboles o el hábitat donde pueda encontrar su comida, muchas de estas semillas ya no son dispersadas.
Es una cadena que no sólo afecta al oso sino a los animales y las plantas que dependen de él”, indicó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario