Kenny, así se llamaba un singular ejemplar de tigre blanco que nació en cautividad en el “refugio” para animales de Eureka Springs, Arkansas, Estados Unidos, como producto de un experimento.
Muchos zoológicos que hacen dinero a costa de encerrar, explotar y exhibir animales inocentes, saben reconocer una buena inversión, por eso aprecian a los tigres blancos y de ojos azules.
Sin embargo, como el número de estas fieras no dejó de disminuir, esa variedad genética es limitada y muchos cachorros nacen con problemas de salud.
Fue entonces cuando los especialistas del refugio de Arkansas pensaron que podrían modificar el ADN, para obtener tigres blancos de ojos azules sin esfuerzo.
El resultado de ese experimento fue Kenny, que nació con Síndrome de Down, problemas en su mandíbula, dentadura, déficit en su desarrollo mental y otros. Aunque vivió en paz y con buenos cuidados, murió en 2008 de cáncer.
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