¿Alguna vez pasó por nuestras mentes preguntarnos, que aquel abrigo de piel glamoroso que vimos en un centro comercial, donde importan ropa de calidad, o ver y escuchar en distintos medios de comunicación que famosos utilizan este tipo de prendas costosas, supone el sufrimiento de vidas inocentes?.
La respuesta es que aquel abrigo fabuloso y pomposo tiene un trasfondo en cuanto a su origen, ya que se sacrifica a animales con la única finalidad de lucrar con su piel, pero el sufrimiento quizás tendrá algún valor para aquellas personas que comercializan con animales silvestres.
Si hablamos de cifras, cada año 20 millones de animales son capturados con trampas y 40 millones son criados en granjas, para complacer caprichos que se convierten en un lujo innecesario.
Lo peor que le puede pasar a cualquier animal silvestre es que se le produzca sufrimiento de forma intencionada, se le manipule genéticamente, se le tenga viviendo en cautiverio para posteriormente matarle y, en demasiados casos, provocar la extinción de la especie.
La comercialización y producción de abrigos de piel, con el uso de animales silvestres, en la industria lleva el nombre de "peletera", no es sólo sinónimo de muerte, también lo es de sufrimiento. Los métodos utilizados para matar a los animales son estremecedores.
Cada prenda elaborada con piel de animales silvestres esconde la muerte innecesaria de muchos animales, y las personas que compran o utilizan las mismas deben asumir su responsabilidad por dichas muertes.
Pero el peligro al cual nuestra sociedad global se aproxima es la extinción de especies, como el zorro, castor, nutria, tigre, jaguar, koala o chinchilla salvaje.
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