La postura del Colegio de Veterinarios sobre las peleas de gallos es que no estamos mucho de acuerdo por el maltrato que implica esta actividad hacia los animales.
Específicamente, la mayoría de los colegas no está de acuerdo con las riñas de gallos, pero los que se dedican a esta afición argumentan que se trata de una tradición que se realiza desde hace muchos años.
Las autoridades han querido normar esta actividad, pero por el momento no se ha logrado y los aficionados a las peleas de gallos aumentan en el departamento.
INSTINTO PARA PELEAR
Los gallos de pelea nacen con un instinto para luchar, pero con el entrenamiento que reciben por parte de sus entrenadores se vuelven más agresivos.
Cuando un animal está encerrado en un espacio pequeño se siente estresado y ese parece el objetivo de algunas personas que se dedican a la crianza de estas aves.
Los gallos que pelean resultan con daños severos e irreversibles, por los golpes de cacho que reciben en sus cuerpos o en la cabeza. He visto en algunas ocasiones que a los animales se les vacía el ojo cuando reciben un golpe en la cabeza. Algunos sufren la muerte súbita.
Como veterinarios no atendemos a los gallos que son heridos en las peleas porque son los mismos dueños los que se encargan de sus animales.
Para colocar los espolones de metal a los gallos, sus propietarios les cortan sus cachitos, porque cuando el crecimiento es excesivo, los animales no pueden pisar bien.
Es igual que la uña, a veces el cacho tiende a incrustarse en la pata, por eso se lo debe cortar, para que no moleste al animal, pero es diferente cuando se les coloca espuelas de acero, ese es otro tema.
En mi caso, yo estoy en contra, pese a que algunos argumentan que es una tradición así como las peleas de toros o los ritos andinos con el sacrificio de las llamas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario