lunes, 12 de junio de 2017
Ballenas gigantes, se volvieron más grandes debido a la glaciación
Las ballenas azules pueden alcanzar más de 30 metros, son los animales vertebrados más grandes, pero sólo ha sido así en el pasado más reciente, en los últimos 4,5 millones de años.
En un estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, un equipo de científicos investigó el gigantismo en los cetáceos barbados, leviatanes que se alimentan por filtrado y que incluyen a las ballenas azules, a las boreales y a las de aleta.
Descubrieron que estos mamíferos marinos se volvieron tamaño jumbo hace relativamente poco, apenas en los últimos 4,5 millones de años. ¿La causa? Un cambio climático que les permitió a estos mastodontes atiborrarse de comida.
Las ballenas tienen una historia evolutiva interesante. Empezaron como mamíferos terrestres con pezuñas hace unos 50 millones de años. A lo largo de varios millones de años, desarrollaron aletas y se convirtieron en criaturas marinas. Hace 20 o 30 millones de años, algunas de las antiguas ballenas desarrollaron la habilidad de alimentarse por filtrado, lo que significa que podían ingerir una infinidad de presas diminutas de un solo bocado. No obstante, aún con esta habilidad alimenticia, las ballenas continuaron teniendo un tamaño moderadamente grande durante millones de años.
“Pero un buen día de repente… ¡bum! Vemos que se vuelven muy grandes, como las ballenas azules”, dijo Nick Pyenson, curador de fósiles de animales marinos del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano y uno de los autores del estudio recientemente publicado. “Fue como pasar de ballenas del tamaño de una camioneta a unas que son más largas que dos camiones escolares juntos”.
El Dr. Pyenson y sus colegas midieron más de 140 especímenes de ballenas fosilizadas del museo, y luego integraron esos datos en un modelo estadístico. Demostraron que varios linajes distintos de cetáceos barbados se volvieron gigantescos más o menos al mismo tiempo, pero de manera independiente. Hace unos 4.5 millones de años, empezaron a aparecer en diferentes océanos del mundo ballenas azules gigantes junto con ballenas boreales gigantes y ballenas de aleta gigantes.
El aumento de la superficie helada en el Hemisferio Norte durante esa época probablemente alteró la forma en la que se distribuían los animales de los que se alimentaban, y un cuerpo de gran tamaño, sostienen los científicos, les habría ayudado a adaptarse a esos cambios. Ser más grande habría supuesto una ventaja a la hora de adaptarse a esos cambios, y tener un cuerpo pequeño una desventaja, lo que explicaría la desaparición paulatina de las ballenas de menor tamaño. Antes de esa glaciación, la comida de las ballenas habría estado distribuida de manera homogénea por los océanos pero, cuando comenzó la glaciación, el hielo hizo que la mayor parte del krill y de los pequeños animales que ingerían se concentraran en aguas costeras en ciertos momentos del año.
Las ballenas grandes, argumentan los científicos, podían recorrer miles de kilómetros para llegar a los lugares donde había abundante comida en un determinado momento del año.
El tamaño de un animal está íntimamente relacionado con su ecología, dicen los autores del estudio, que se preguntan si los océanos de la Tierra, que están sufriendo rápidos cambios debido al clima y a la explotación pesquera, serán capaces de mantener en el futuro a estos grandes vertebrados y la creciente población mundial.
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