Hace una semana, una persona intentó dejar en adopción a un tejón en el zoológico municipal, pero al no ser admitido por falta de espacio, decidió trepar la malla y lanzar al animal al área de cuarentena del paseo público.
Episodios extremos como estos no son frecuentes en el zoo, pero lo que sí es una cosa de todos los días es que gente llegue hasta allí con la intención de dar en adopción a animales silvestres que encuentran o que tenían como mascotas.
Según el jefe de Conservación del zoológico, Mario Zambrana, por día llegan hasta 10 animales al zoo (ha habido ocasiones en que el número fue de 15), pero no todos ingresan. “No imagina usted la cantidad de animales que nos traen”, dice Zambrana, al indicar que en la mayoría de los casos les llevan especies, cuyos cupos en el zoo están llenos, como tortugas, tejones, perezosos, loros, monos y serpientes. El número es alto debido a que cada vez hay más animales que salen de su hábitat por la deforestación o debido al tráfico de fauna silvestre.
Explicó que cuando una persona llega con un animal se hacen las gestiones o se la orienta para que lo lleve al Centro de atención y derivación de la Gobernación (que es la autoridad competente), para que desde allí se lo derive a cualquiera de los centros de custodia o lo devuelvan a su hábitat natural.
Según Zambrana, a los que están deshidratados y con problemas que pueden poner en riesgo su supervivencia se les da atención inmediata en el zoo. “Somos un centro de educación ambiental, pero también ayudamos a recuperar a los animales”, agrega. También son admitidos los que están en peligro de extinción y las especies para las que aún hay espacio en el zoo. “Tenemos cupos para cada especie y no podemos sobrepasarlos porque debemos pensar en su alimentación y en la medicación para que estén saludables”, sostuvo.
El parque cuenta con 1.800 animales de 238 especies. Su propósito es educativo.
Ajuste en el protocolo
Los encargados del zoológico insistieron en que el incidente entre el jaguar y el perezoso fue aislado y garantizaron la seguridad y buen ambiente de los animales. Sin embargo, este hecho hizo pensar en ajustes en el protocolo para que los visitantes sepan qué hacer en estos casos, es decir, avisar a los guardafaunas. Para ello, se habilitó un punto fijo de vigilancia en el área de los jaguares y se está pensando imprimir en los boletos de ingreso las normas que deben seguir los visitantes.
Zambrana pidió tener cuidado cuando hay este tipo de incidentes, pues por bioseguridad no es conveniente ingresar al área donde están los animales.
La Sociedad Protectora de Animales cree que los animales no deben estar en jaulas, por lo que anoche marchó para exigir el cierre del zoo.
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