miércoles, 21 de junio de 2017

Insecto usa armas químicas para defenderse



El escarabajo bombardero es un coleóptero adéfago, conocido por su habilidad para generar pequeñas explosiones a partir de reacciones químicas provocadas por dos sustancias: la hidroquinona y el peróxido de hidrógeno, más conocido como agua oxigenada.

Este fiero soldado es capaz de hacer hasta cincuenta disparos sucesivos, capaces de alcanzar una distancia de cinco centímetros, que supone cuatro veces su propio tamaño.

Cada compuesto está en una cámara independiente hasta cuando el animalito se siente amenazado por algún depredador.

En ese instante, las dos sustancias pasan a una nueva cámara, dónde se mezclan de modo que el peróxido de hidrógeno oxida la hidroquinona transformándola en quinona. Esta reacción genera una gran cantidad de energía que es liberada de golpe, dando lugar a una pequeña explosión.

La descarga de sustancias supera el punto de ebullición a más de 100 grados, de modo que la quinona y el agua resultante de la reacción salen del abdomen del insecto a una temperatura muy elevada, produciendo quemazón e irritación.

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