En nuestro hogar, por lo menos una vez, hemos encontrado una cucaracha con las patas arriba, pero esto no significa que esté muerta, según especialistas, las cucarachas adoptan esta posición para simulan su muerte y después voltearse para escapar cuando la amenaza que detectaron desaparece.
Como las cucarachas tienen un dorso redondeado y grasoso, tres pares de patas largas y un centro de gravedad relativamente elevado, si se llegan a resbalar por la razón que sea, al no tener ramas, una superficie rugosa para maniobrar, les resulta muy difícil girarse otra vez.
También puede tratarse de que una cucaracha cuando esté patas arriba esté muerta por causas naturales, el rigor mortis (rigidez cadavérica) hace que sus patas se contraigan. Es más común que unas patas se contraigan antes y en mayor medida que las otras. Esto desequilibra el centro de gravedad del insecto, por lo que vuelca hacia ese lado.
Si la muerte de la cucaracha fue provocada por algún insecticida también acaban boca arriba. En este caso porque la composición del producto ataca el sistema nervioso del insecto provocándole espasmos que causan su volteo. Perdida la coordinación, la cucaracha es incapaz de darse la vuelta y así le sobreviene la muerte.
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