La diputada del Movimiento Al Socialismo (MAS) Sonia Brito, junto a otras legisladoras, propone que los tres zoológicos que existen en el país (La Paz, Santa Cruz y Oruro) se conviertan en centros de acogida y custodia para los animales silvestres. Activistas piden que la gente deje de visitar los zoológicos.
En los últimos días, se abrió el debate sobre posibles cierres de zoológicos, debido a las malas condiciones que se encuentran los animales. Sin embargo, la diputada Brito explicó a EL DIARIO que lo que se pretende no es cerrar los zoológicos, sino más bien convertirlos en centros donde se refugie a los animales.
“La propuesta es que los zoológicos se conviertan en centros de custodia para animales, que estas instancias ya no sirvan para el espectáculo ni para el lucro", declaró.
Afirmó que en pasados días, junto a un equipo de legisladores, además de personal del Ministerio de Medio Ambiente, realizaron una visita al zoológico paceño Vesty Pakos, donde evidenciaron que los animales están "estresados" y que requieren de mejores condiciones, pese a ser el "zoológico modelo del país".
En esa línea, explicó que todavía se va trabajando en un proyecto que permita a los animales silvestres tener derechos y que no sean "maltratados ni torturados".
ADMINISTRACIÓN
Respecto al tema, la administradora del zoológico informo que el sitio funciona como un centro de acogida y atención para animales y que hasta el momento del 100% de animales, el 90% son rescatados por el mismo Ministerio de Medio Ambiente y la Policía Forestal (Pofoma), puesto que estas instancia no tienen otro sitio donde llevarlos, sino a este parque, donde existen profesionales veterinarios que atienden a los animales evaluándolos y rehabilitándoles.
Morales explicó que los animales llegaron en situaciones muy complicadas y que cada uno tiene una historia muy triste.
OSO JUCUMARI
Una de esas historias es la del oso jucumari, que se robó el corazón de más de una persona, a quien lo trajeron, en enero de este año, desde Cochabamba hasta el zoológico paceño, puesto que no había otro sitio donde llevarlo.
Llegó totalmente maltratado, sin el ojo derecho, desnutrido y con mucho temor al ser humano, puesto que el hombre fue quien le proporcionó duras golpizas en los pasados meses. Los médicos veterinarios a un principio creyeron que no lograría vivir, porque el animal no podía ingerir bocado alguno.
Posteriormente, empezó a tomar jugos con vitaminas y luego fue sometido a una cirugía para tratar de suspenderle la hemorragia en el único ojo que le quedaba. El trabajo salió relativamente exitoso, con la ayuda de expertos internacionales y el compromiso de médicos del Instituto Nacional de Oftalmología (INO) y principalmente del refugio de animales Senda Verde, en Yungas, sitio que ahora es la morada final del oso jucumari.
Sin embargo, existen muchas historias de animales rescatados, otro tiene que ver con dos crías de caimanes que fueron entregadas por unas personas, que las tenían, producto de un obsequio. El 19 de mayo también llegó un flamenco rosado de 80 centímetros, hallado en un basurero de la periférica.
Morales explicó también que si bien el zoológico está abierto para el público, es porque tiene también un fin educativo.
LEY 1333
- En Bolivia las especies de flora y fauna silvestres se constituyen en patrimonio del Estado boliviano, su protección y aprovechamiento son de orden público y se hallan regidos por ley.
- La declaratoria oficial de los zoológicos, no autoriza o reconoce, la transferencia en propiedad de especímenes de fauna silvestre, por parte del Estado. El funcionamiento de los zoológicos será autorizado por el Prefecto de Departamento, quien en el ámbito de su jurisdicción departamental y a través del Director de Recursos Naturales y Medio Ambiente, tiene entre sus funciones específicas, coordinar el manejo.
- La Ley también prohíbe la tenencia de animales silvestres como mascotas y establece en su artículo 11 que quien "incite, promueva, capture y/o comercialice el producto de la cacería, tenencia, acopio, transporte de especies animales (...) que estén declaradas en veda o reserva, poniendo en riesgo de extinción a las mismas, sufrirá la pena de privación de libertad de hasta dos años”.
