Según el administrador del Zoológico Municipal, Michael Velasco, la puma "Yara", una de las más jóvenes de su especie, presentaba ciertas anomalías que afectaron su salud desde septiembre de la pasada gestión, que pese a realizarse tratamientos en su cuidado no se logró establecer las causas o enfermedad que fueron atacando su organismo.
A la fecha los restos del animal se encuentran embalsamados y refrigerados en ambientes del zoológico, a la espera del resultado de los análisis que esclarezcan las condiciones de su deceso.
"En septiembre la puma empezó a presentar convulsiones, le daban como ataques epilépticos que desconocíamos a qué se debía esto, y se le instruyó a la veterinaria hacer seguimiento con este ejemplar, dado que es un animal silvestre, no existe una medicación exacta que se le pueda emplear", afirmó Michael Velasco, administrador del Zoológico Municipal.
En el seguimiento realizado por la veterinaria en ese entonces, se determinó trasladar a "Yara" a una zona de cuarentena bajo tratamiento y cuidados para reestablecerla, siendo positivo hasta la primera quincena de octubre, llevándola nuevamente al área de exhibición.
Posteriormente, durante las recientes semanas de diciembre volvieron las complicaciones en su estado, provocándole la muerte el 2 de enero e informando de manera inmediata a las autoridades correspondientes para proceder de acuerdo a lo que establece la norma.
Se autorizó la realización de una necropsia al cuerpo del animal, llegando a observar una "obstrucción de fibra vegetal en el estómago" que probablemente le habría ocasionado la muerte, no obstante, por instrucción de la Secretaria de Biodiversidad en la ciudad de La Paz se realizó el envió de los órganos vitales para practicar estudios que esclarezcan esta situación.
"Nosotros no hemos querido sacar este fallecimiento a la luz, porque mientras no tengamos los resultados al 100%, no queríamos adelantar juicios, si ha sido negligencia de la veterinaria, falla humana, o es que ha sido un problema hereditario genético", añadió Velasco.
Finalmente, se descartó que al interior del zoológico andino se otorgue un mal trato a los animales, ya que los controles y la alimentación siempre son supervisados de la manera más adecuada, garantizando el estado de su salud y condiciones de vida.
