sábado, 25 de marzo de 2017

¡Un éxito! El primer implante de pata de un ave

Almenara", uno de los cien ibis eremitas que viven en Cádiz (sur de España), volvió a volar, demostrando al mundo el éxito del primer implante de pata que se practica a un ave y que, en este caso, ha salvado a un miembro de esta curiosa especie en peligro crítico de extinción.

La novedosa operación, liderada por el especialista en implantes dentales Francisco Rábago y el veterinario del Zoobotánico de Jerez, Miguel Ángel Quevedo, supone un importante avance.

"Me atrevería a decir, por las publicaciones que existen y lo que conocemos del tema, que probablemente sea la primera vez que se coloca un implante en un ave, que sale bien y que se suelta en libertad. No conocemos ningún ave que tenga una patita artificial y pueda vivir en libertad", explicó Quevedo poco antes de comprobar que "Almenara" emprendió vuelo sin problema en el hábitat en el que vivía antes de la intervención.

Nacida en 2011, "Almenara" es una de las hembras fundadora de la colonia de cien ibis eremita que vive ya en libertad en la costa de La Janda, gracias al programa de recuperación de esta especie que había desaparecido de su muchas zonas, incluida España, y de la que, hasta hace unos años, sólo existía una colonia importante en Marruecos y algunos ejemplares en Siria.

"Almenara" fue hallada el pasado mes de febrero en muy mal estado y con una herida muy grave en su pata en las inmediaciones de Chiclana de la Frontera, a unos veinte kilómetros del espacio en el que nidifica, la Torre de Castilnovo de Conil de la Frontera, en la provincia andaluza de Cádiz. Sus cuidadores tuvieron que amputarle la pata y decidieron ingeniárselas para que pudiera sobrevivir.

"Siempre que ha habido una amputación o bien había que sacrificar la vida del ave o no tenía mucho futuro. Ha habido varios intentos, unos colegas de EE.UU. lo intentaron en 2012 en grullas pero no salió bien, nosotros también lo hemos intentado antes sin éxito. Ahora hemos mejorado un poquito la técnica", cuenta el veterinario.

Más difícil que la intervención en sí, que apenas duró veinte minutos, fue diseñar la prótesis y el implante, de titanio y una resina especial, contó Rábago, que recuerda que los implantes, antes que en las dentaduras se emplearon en el área de traumatología en humanos. "Le hemos dado la vuelta al tornillo otra vez", ironiza.

Tras recuperarse de la operación en unas semanas y hacer tres días vuelos en cautividad, "Almenara" volvió de nuevo a su hábitat y, en cuando fue liberada, emprendió vuelo con un chip que permitirá seguir viendo la evolución de su vida. Se trata de un nuevo hito en el programa de recuperación de esta especie que aparece incluso en las iconografías de las pirámides egipcias.


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