martes, 26 de mayo de 2015

Descubren que los osos panda están en un dilema evolutivo


El misterio de por qué los panda gigantes deben pasar 14 horas al día comiendo ha sido resuelto. Solo pueden digerir el 17% del bambú que engullen.

Los investigadores encontraron que las bacterias de su sistema digestivo no son del tipo más eficiente para digerir el bambú. En realidad, están construidos para comer carne, según una investigación publicada en la revista mBio.

Los panda son una de las especies en mayor peligro en la Tierra. Quedan solamente 1.600 animales en estado salvaje.

Zhihe Zhang, líder del estudio y director de la Base de Investigación Chengdu para la Alimentación del Panda Gigante (China), explica: “A diferencia de otros animales herbívoros que evolucionaron exitosamente, y especializaron su sistema digestivo para digerir materia vegetal fibrosa, el panda gigante aún tiene un tracto gastrointestinal típico de los carnívoros”.

La genética no ayuda
Estos animales tampoco tienen los genes para sintetizar las enzimas que digieron las plantas. Este escenario combinado ha incrementado el riesgo de su extinción.

Xiaoyan Pang, profesor de la Escuela de Ciencias de la Vida y Biotecnología de la Unimversidad Jiao Tong, dice que este resultado ha sido inesperado para ellos. “Esto significa que sus bacterias no están adaptadas a su dieta única, y coloca a los panda en un dilema evolutivo”.

Los investigadores aclaran que los panda gigantes evolucionaron de osos que comían tanto plantas como carne, y empezaron a comer exclusivamente bambú hace dos millones de años.

Cada día comen más de 12,5 kilos de hojas y tallos de bambú. Sus heces están compuestas mayormente de fragmentos de bambú sin digerir.
Los investigadores están intrigados por saber cómo estos animales digieren la fibra y extraen nutrientes de ella.

Cambios según la estación

Después de observar 121 muestras de heces de 45 pandas, los investigadores encontraron que tenían muy poca diversidad en sus bacterias intestinales. No tienen, por ejemplo, las ruminococcaceae y bacteroides de otros herbívoros, pero sí tienen escherichis, shigella y estreptococos.

Las bacterias intestinales de este oso, símbolo de la paz en China, varían cada estación; son unas en el otoño y en primavera y verano predominan otras. Se cree que la disminución de brotes de bambú a finales de otoño puede ser un factor importante. Se están diseñando más técnicas para estudiar estos detalles de la nutrición del panda

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