Las Fuerzas de Seguridad del movimiento islamista Hamas, en Gaza, reivindicaron que hace unas semanas capturaron un espía único de Israel: un delfín que trabajaba para el Mossad, el famoso servicio de inteligencia israelí.
Pero en este caso, "delfín” no se refiere al nombre de una unidad de élite del Ejército, ni al nombre en clave de un infiltrado en la convulsionada franja, sino al afable animal acuático.
El cetáceo fue capturado por un comando submarinista de Hamas tras ser interceptado en las costas de la franja debido a "movimientos sospechosos”, según recoge en titulares la publicación palestina Al-Quds.
Cuando sacaron al animal del agua, descubrieron que estaba totalmente equipado con material de espionaje, incluida una cámara, y está retenido desde entonces, señalan medios locales. Según informa la edición digital del diario israelí Yediot Aharonot, el delfín llevaba también un artefacto capaz de disparar flechas con capacidad de herir o incluso de matar a un ser humano. Esta no es la primera vez que Israel es acusada de utilizar animales para trabajos diversos en la complicada región.
Hace cinco años, Egipto acusó a Israel de lanzar tiburones hacia sus aguas para que atacaran a los turistas del Sinaí y así dañar al turismo, mientras que dos años antes, las autoridades sudanesas protestaron por la captura de un águila que habría recibido entrenamiento del Mossad.
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